Un hombre muy pagado de sí mismo hizo recubrir de espejos todas la paredes y el techo de su habitación y a menudo se encerraba en ella a contemplar su imagen.Una mañana abandonó la estancia sin cerrar la puerta y su perro se coló dentro. Al ver a otros perros se puso a ladrar y amenazarlos; ellos le ladraron y amenazaron y él también se abalanzó sobre ellos.
El combate fue terrible: ilas batallas contra uno mismo son las mas feroces!
El perro murió extenuado.
El mundo es tan neutro como los espejos; él nos devuelve la que nosotros le damos. En cada ser y en cada instante, dichoso, fácil o difícil, no vemos ni a la gente ni al mundo sino sólo nuestra imagen.
El combate fue terrible: ilas batallas contra uno mismo son las mas feroces!
El perro murió extenuado.
El mundo es tan neutro como los espejos; él nos devuelve la que nosotros le damos. En cada ser y en cada instante, dichoso, fácil o difícil, no vemos ni a la gente ni al mundo sino sólo nuestra imagen.
E. Manilowsky
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